Una carta para ti al cielo!
No voy a decir que estoy pensando en cómo sería tu cumpleaños hoy, que la torta, que la fiesta, no! no supongo esas cosas porque simplemente no son, así que no me desgasto en eso, sin embargo, a veces sí he pensado en cómo estarías de grande o cómo serías ahora, aunque son muy pocos los minutos que se me vienen ese tipo de preguntas y suposiciones porque despierto y veo a Salomón y a Luna , y sólo me nacen pensamientos de gratitud, por eso te escribo esta carta que te mando hoy al cielo, el día que cumplimos 5 años de habernos visto por primera vez y aunque fueron solo 30 días de mirarnos, fueron intensos, llenos de amor y de aprendizajes para siempre.
Estoy llena de agradecimiento, ese es el estado que me embarga hoy y creo que no hay otra palabra que resuma lo que ha generado el lindo proceso que he llevado a tu lado con tu presencia y con tu ausencia.
Desde el momento en el que te concebí me guiaste y contigo en mí experimenté una espiritualidad más fuerte que antes, la que fue y ha sido determinante en esto de entender que ya no estás. Miro atrás y se que has sido tú quien me ha llevado de la mano. Tus mensajes fueron claros desde ese momento y lo siguen siendo hoy, así que GRACIAS!
Gracias por llegar el día que te lo pedí.
Gracias por hacerme tomar la decisión de no separarme de ti ni un sólo minuto tus primeros meses de vida, aunque yo no supiera que iba a ser sólo uno.
Gracias por darme el espacio para descansar y así dejar que tus abuelos te aprovecharan los pocos días que ibas a estar a su lado, por hacerme dejar saber, inconscientemente, que no ibas a estar por "siempre" y dejar que mi mamá te robara minutos más largos aunque a veces pensara "que me los robaba".
Gracias por dejar que soltara la manía de controlar y dejar que tu papá se conectara contigo con un cambio de pañal, sacarte gases y darte un tetero.
Gracias por impulsarme a tomarte más de 1000 fotos que son hoy tu espejo, tu imagen inmortal.
Gracias por haberme generado tanto amor, tanta ternura y tanto apego que hicieron que no te dejara de mirar.
Gracias por haberme dado sensatez y actuar al primer momento de intuir que algo no andaba bien.
Gracias por haberme dado un poco de consciencia mientras empezabas a enfermarte porque cada cosa que te pasaba hacía que aprendiera lo que ahora comunico.
Gracias por darme paz en los momentos en que tu diagnóstico más se complicaba, por tu serenidad durante toda tu enfermedad, a veces, ni dimensionaba que eras sólo un bebé, parecía que tuvieras personalidad de hierro!
Gracias por tu última mirada, una mirada que me llenó de culpas muchos días pero que hoy es lo más preciado que guardo de ti y que sé que era una conexión de amor.
Gracias por irte cuando no estábamos a tu lado.
Y Gracias por la fortaleza y la aceptación que nos diste a tu papá y a mi cuando supimos que habías ya partido.
Gracias por ese mensaje que me mandaste esa misma noche y por todos los sueños que tuve a tu lado desde ese mismo instante y por tantos meses más.
Gracias por haberme hecho entender que así debió ser y aceptar sin cuestionar este desenlace.
Gracias por darme la determinación de vivir mi duelo a mi manera, por darme la entereza de creer siempre que todo lo que pensara en pro de mi recuperación hacía parte de un duelo sano (no una loca insana como muchos nos lo hacen ver).
Gracias por darme hoy palabras para acompañar a otra mamá desolada, por darme disposición para continuar con tu misión, por sacudirnos y no dejar que esta historia fuera sólo nuestra sino de todos.
Gracias por guiarnos a crear consciencia.
Gracias por cambiar mi vida, por hacerme más fuerte, por hacerme más sensible, por hacerme entender que lo que hay aquí es lo más preciado y que cada minuto vivido es el único con el que contamos porque aunque lo leamos todos los días, vivirlo hace que seamos mucho más conscientes y actuemos inspirados por eso.
Gracias infinitas por existir, por ser mi hija y dejar que yo sea tu mamá por siempre!
Juana Estrada Robledo, mamá de Salomé en el cielo, y Luna y Salomón, en la Tierra.
Presidente - Fundadora